Divorcios en Aragón

Los divorcios se repiensan en Aragón

Eva Vera Andrés, socia de LEXXI abogados, miembro de la Asociación de Separados y Divorciados de Aragón y también de la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA), participa en este interesante artículo de El Periódico de Aragón sobre el descenso de los divorcios en Aragón.


Las consultas jurídicas con vistas a la obtención del divorcio se han triplicado en Aragón durante el pasado año. Marcado por el coronavirus, con respecto al 2019, según datos de la Asociación de Separados y Divorciados de la comunidad. Sin embargo, este considerable aumento de las consultas a los abogados no se ha traducido todavía en un incremento de las rupturas matrimoniales.

«Al final del estado de alarma se dispararon las solicitudes de divorcio, o al menos la voluntad de divorciarse, pero esta tendencia se frenó más tarde», explica la letrada Eva María Vera. Consultora jurídica de la Asociación de Separados y Divorciados de Aragón y miembro de la AEAFA. «El confinamiento exacerbó los problemas de convivencia que ya había en la pareja y que, debido a la reclusión forzosa, en algunos casos generaron situaciones dramáticas», señala Vera. «Desde el punto de vista psicológico, el encierro produjo unos efectos muy negativos que acabaron afectando a la vida en común», añade.

El paro frena la tendencia de los divorcios en Aragón

Pero, al mismo tiempo, las restricciones impuestas a la movilidad complicaron la situación económica y llegó una época de más paro y creciente desempleo temporal. «Las parejas se dieron cuenta de que, en esas condiciones, con un sueldo era imposible hacer frente a la duplicación de gastos que entraña una ruptura», indica Vera. 

La hipoteca pesa tanto sobre la economía familiar que, para la mayoría, irse a un segundo piso es algo que está fuera de su alcance. A lo que hay que añadir el pago de las pensiones de alimentos para los hijos, en el caso de tenerlos o no haberse independizado.

En caso de interrupción de la convivencia, es frecuente que uno de los dos miembros de la pareja vaya a vivir a la casa de sus padres. Ante la imposibilidad de pagar el alquiler de una vivienda, explica Ana María, «la crisis económica ha parado el mercado inmobiliario, los pisos tardan en venderse y, si se consigue un comprador, es bajando mucho el precio», continúa la abogada.

Por ese motivo, muchos matrimonios optan por la adjudicación de la vivienda a uno de los miembros de la pareja, en lugar de la venta.

Las rebajas salariales y los ertes congelaron los planes de separación, que no obstante seguirán adelante cuando lo peor de la recesión quede atrás. «Es posible que haya más divorcios, pero tampoco aumentarán de forma exagerada», opina la abogada de  familia.

Si desea leer el artículo completo, pinche aquí.